La ministra de Igualdad Bibiana Aído pasó ayer por los micrófonos de la cadena SER. En una entrevista realizada en relación con el anteproyecto de la Ley del Aborto, y al ser preguntada sobre si para ella un feto es un ser vivo, Aído declaró: "Claro, lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tiene ninguna base científica".
Con un "dilatado" curriculum y no precisamente en áreas científicas (bueno, realmente desconozco en qué materias) la ministra acaba de echar por tierra las evidencias que la Ciencia ha acumulado durante siglos sobre la existencia de un ser humano individual y distinto del padre y de la madre, con su propia programación genética, desde el momento de la primera división celular inmediatamente posterior a la fecundación (LA FRASE NO ES MÍA SINO DE NUMEROSAS ACADEMIAS DE CIENCIA, UNIVERSIDADES Y CIENTIFICOS). Vamos, para entendernos, justo desde el momento en que un espermatozoide fecunda al óvulo que pillá en su ardoroso camino después del momento que todos sabemos.
Tras la tajante "sentencia" de tan insigne científica sólo queda que nos explique a qué clase de ser vivo pertenece entonces, y a que edad se produce (aproximadamente, tampoco tiene que ser muy exacta) su mutación para pasar a ser un ser humano.
Mientras la ministra se piensa su respuesta, le dejo una simple imagen de un ser vivo transcurridas 13 semanas desde que el avispado espermatozoide cogió desprevenido al óvulo de turno.
Con un "dilatado" curriculum y no precisamente en áreas científicas (bueno, realmente desconozco en qué materias) la ministra acaba de echar por tierra las evidencias que la Ciencia ha acumulado durante siglos sobre la existencia de un ser humano individual y distinto del padre y de la madre, con su propia programación genética, desde el momento de la primera división celular inmediatamente posterior a la fecundación (LA FRASE NO ES MÍA SINO DE NUMEROSAS ACADEMIAS DE CIENCIA, UNIVERSIDADES Y CIENTIFICOS). Vamos, para entendernos, justo desde el momento en que un espermatozoide fecunda al óvulo que pillá en su ardoroso camino después del momento que todos sabemos.
Tras la tajante "sentencia" de tan insigne científica sólo queda que nos explique a qué clase de ser vivo pertenece entonces, y a que edad se produce (aproximadamente, tampoco tiene que ser muy exacta) su mutación para pasar a ser un ser humano.
Mientras la ministra se piensa su respuesta, le dejo una simple imagen de un ser vivo transcurridas 13 semanas desde que el avispado espermatozoide cogió desprevenido al óvulo de turno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario