jueves, 31 de diciembre de 2009

viernes, 4 de diciembre de 2009

Antes sin música y sin cine que sin libertad
martes, 01 de diciembre de 2009 a las 18:21
Anoche Ramón Muñoz en El País destapaba un gol por la escuadra del Gobierno a Internet. O más bien de la Coalición de Rentistas, que es quien dicta la legislación en esta materia. Resulta que en el anteproyecto aprobado el viernes en Consejo de Ministros del popurrí, ley escoba o cajón desastre en que ya se había convertido la Ley de Economía Sostenible han colado de rondón una serie de medidas que van contra la línea de flotación de Internet. El gobierno lo ha presentado como medidas contra las páginas de enlaces pero en realidad son medidas que introducen una tremenda inseguridad jurídica para todos los que operamos en internet. Esto por tres motivos fundamentales:
El primero que añaden como causa para cerrar una página la infracción de derechos de autor.
El segundo que dejan la potestad para hacerlo en manos no de los jueces, sino de la SS (sección segunda) de la Comisión de Propiedad Intelectual.
Y el tercero que además se obliga a los prestadores de servicios a entregar a dicha comisión la información de identificación de sus usuarios.
Esto es, que con el pretexto de violación de derechos de autor se podrán cerrar webs sin que intervenga un juez. Y ya no es sólo un problema de infracciones de derechos de autor. Es que se convierte en un arma arrojadiza para cerrar cualquier web que no me guste, que me critique o que simplemente hable de mí. La Composición de la SS no se define aún en la ley, pero viendo la composición de la sección primera, ya nos podemos imaginar quién va a estar en la segunda.
Primero van a por las webs de descargas, pero seguro que poco después el objetivo será criminalizar los enlaces. Cuando los enlaces, conceptualmente, jamás pueden ser infracciones de propiedad intelectual. Parafraseando al clásico: primero fueron a por las webs de descargas, pero no me preocupé, luego a por los de los enlaces, tampoco me preocupé, ahora vienen a por mí…
Resulta que un supuesto derecho al lucro de unos pocos prima por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Es de sobra evidente que ni la música se muere ni el cine se muere. Pero es que aunque así fuera, yo prefiero vivir sin música y sin cine antes de vivir sin libertad, que es hacia lo que nos encaminamos.
No nos podemos quedar de brazos cruzados. Nos jugamos demasiado

Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”

Miércoles, Diciembre 2, 2009
Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet”
Escrito a las 9:00 am
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:
Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

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