La Legión: hijos de Millán Astray en un ejército del siglo XXI
Viaje
al cuartel con más legionarios de toda España. El martes celebraron el
96 aniversario de su fundación por el general al que Manuela Carmena le
quiere quitar una calle en Madrid
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La figura de Millán Astray está de fondo en todas las conversaciones y corrillos en el cuartel almeriense, denominado Brigada Rey Alfonso XIII desde el 1 de junio de 1996. Este es el lugar que agrupa a más tropa legionaria de toda España. En total son 2.600. Unos 1.000 viven aquí. La tropa duerme en habitaciones para dos o cuatro personas. Los que residen en Viator proceden de otras provincias o no tienen familia.
El toque de diana es a las siete de la mañana. A las 7.30 es el desayuno a base de zumo, café con leche, bollería y bocadillo de fiambre. A las 8 empieza hora y media de tabla de gimnasia e intenso entrenamiento. Hay días de carrera continua (50 minutos), luego circuito de fuerza, abdominales, pista de combate y tabla de fusil (movimientos con el arma con esgrima y especializados en el combate cuerpo a cuerpo).
Leche de pantera
La comida es de menú. Cada legionario tiene que abonar dos euros por el almuerzo, que tiene lugar de 14.30 a 15 horas. Ensaladas, fritura y sopa fría en verano no suelen faltar, aparte del segundo plato y la bebida. La leche de pantera, un combinado de leche servido con ginebra, se reserva para celebraciones especiales, como el 20 de septiembre. Quien no come en el cuartel se va a su casa a las 14.30. La mayoría de los que viven fuera residen en Almería capital, situada a seis kilómetros de Viator. Desde hace siete años la jornada de trabajo es continua. Antes se paraba de 13 a 15 horas para comer. Luego se volvía a trabajar. No había tiempo suficiente para el mantenimiento de los vehículos, recogida del material y limpieza del armamento que se iban a utilizar la siguiente mañana.Tiros con pistolas, prácticas con ametralladoras, salvas, los cañones del grupo de artillería... La instrucción que se realiza es muy variada. Se trata de no caer en la rutina y sobre todo de enfrentarse a situaciones similares a las de un combate como cohetes colocados en el suelo, incluso cargas explosivas como si se enfrentaran al enemigo. “Hay que mentalizar mucho a los legionarios antes de la instrucción, incentivando que el enemigo que hay ahí es real”, cuenta el sargento Tolosa, de 47 años, 16 de ellos en la Legión.
Entrenamiento con ejércitos internacionales
Una compañía puede gastar 20.000 cartuchos de fusil en un ejercicio de un día y una batería hasta 50 proyectiles por jornada. Los vehículos de combate cuentan con un depósito para 350 litros de combustible. El consumo, en campo a través, se eleva a 80 litros a los 100 kilómetros. ¿La Legión es la unidad mejor preparada? “Trabajamos con el ejército británico, con el alemán… Los americanos han venido a Almería muchas veces a entrenarse con nosotros. Yo creo que somos ahora mismo la unidad de élite de España. Tenemos mejores campos de entrenamiento, más terreno. Se han modernizado todas las unidades de combate y a día de hoy todavía hay diferencias a nuestro favor”, narra Tolosa.La Legión no solo está en Almería. En 1996 se cerró el Campamento Benítez de Málaga, el mismo año que el Tercio Don Juan de Austria de Fuerteventura. En Ronda (Málaga), el Tercio Alejandro Farnesio cuarto de la Legión, hay una Bandera con 500 legionarios y un grupo de caballería. Es la única unidad de la Brigada con base fuera de Almería.
Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla siempre han tenido una especial relación con la Legión. El Tercio “Gran Capitán” forma parte de la Comandancia General de Melilla y allí se encuentra ubicado en el acuartelamiento “Millán Astray”. El Tercio “Duque de Alba” forma parte de la Comandancia General de Ceuta, y consta de tres cuarteles: Serrallo, García Aldave y Recarga. Tanto en Ceuta como en Melilla hay otros 500 hombres y mujeres. La mujer se incorporó en 1990 a esta idiosincrasia del “Credo legionario”: aquello de “legionarios a luchar, legionarios a morir”. Una manera diferente de desfilar. A 160 pasos por minutos. Novios de la muerte.
"En la Legión no se pregunta por el pasado; ni se admiten cobardes. No encaja alguien que tenga un espíritu apático, anodino. Que no busca sobresalir"
Millán Astray se basó en el japonés código 'bushido' (o del samurái) para crear la Legión hace 96 años. Una de las principales enseñanzas del 'bushido' es que para mantener la mente en calma hay que tener presente la idea de la muerte en todo momento. “Cada día y cada noche, desde la mañana del Año Nuevo hasta la Nochevieja”. A la Legión iban extranjeros, también bandidos, no gente de buen provecho precisamente, vidas turbias; y enrolados en un ejército de infantería para redimirse de su yo pretérito. Porque en la Legión no se pregunta por el pasado; ni se admiten cobardes. No encaja alguien que no tenga un espíritu apático, anodino. Tampoco los que no quieran sobresalir. Hay abundancia de liderazgo. “Aquí pides voluntarios para cualquier cosa y todo el mundo da un paso al frente. Asumimos la gloria de los que nos precedieron. Se siguen escribiendo páginas de gloria”, relata un mando con varias condecoraciones.
¿Es atractivo ahora pertenecer a la Legión? El sueldo de un legionario base en Almería ronda los 1.000 euros y eso que, frente a otras unidades, cuenta con un nivel más operativo, una especie de complemento de peligrosidad. Los miembros de la Legión de Ceuta y Melilla disponen un plus de unos 300 euros más al vivir fuera de la Península. No es un sueldo muy elevado, sin lugar a dudas, pero el orgullo es ADN 100% legionario. Cuentan con un distintas costumbres, uniformes… La exigencia es extrema. Nadie puede ir con la barba o perilla mal perfilada. Y las botas tienen que lucir como si se acabaran de estrenar. “Es muy atractivo saberte distinto al resto de unidades militares. Y es algo que compruebas cuando desfilas en otras ciudades y cuando entras en contacto con compañeros de otros destinos”, cuenta un exlegionario.
Disfrute y sufrimiento “a partes iguales”
Habla un miembro de la unidad: “En cuanto a costumbres, desde el momento que alguien entra en la Legión se le inculca una identidad que vamos interiorizando a través del trabajo y del día a día. La sufres y la abrazas. De hecho, el primer mes de un legionario que llega de un centro de instrucción como recién ingresado en las Fuerzas Armadas, es un periodo de instrucción. Donde te ganas el gorrillo, que aún no estás autorizado a llevar. Tras ese mes donde aprendes el modo de trabajo, la exigencia, costumbres, canciones e historia, se hace una ceremonia donde te imponen el gorrillo. Y eres oficialmente legionario. Da igual al tercio que vayas, solo hay una manera de ser legionario. Solo viendo ya cómo saluda un militar se puede llegar a saber si está o ha estado en la Legión”. Una exigencia que se disfruta y sufre “a partes iguales”."Ahora es un atleta, alguien muy preparado físicamente. Antes podría haber gente muy mayor, flacuchos. Hoy es una pieza perfecta"
El caballero legionario de honor observa diferencias entre el legionario del siglo XX y el del siglo XXI. Ahora es un atleta, alguien muy preparado físicamente. Antes podría haber gente muy mayor, flacuchos… “Hoy, en cambio, es una pieza perfecta para una máquina de guerra, intelectualmente más preparado, con visión del mundo, aunque sea de una clase media o baja. Frente a un legionario de cualquier condición del siglo XX, el del siglo XXI sabe a lo que se va a enfrentar, aunque el legionario haya cambiado física y mentalmente su alma sigue siendo la misma despuès de 96 años. Un alma que ha sido cincelada por los espíritus del Credo legionario”.
El alma de la Legión continúa intacta. Los 12 espíritus del credo legionario, ese elemento de diferenciación, “que ese hombre sea único, sin igual y diferente a cualquier unidad del mundo y de España”, aclara Susaeta. “Los oficiales de la Legión se encuentran entre los mejores de las promociones de infantería, caballería, artillería o zapadores. Es un destino solicitado, pedido y exigido. La selección y proceso de selección sigue siendo riguroso”.
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